Situada en la carretera nacional 634, junto a la iglesia, se encuentra la plazuela donde durante el invierno destaca por sus frutos este viejo ejemplar de Kaki o caqui (Diospyros kaki).
Tan copiosa es la sombra que produce en su época con hojas, que el tronco se encuentra parasitado por pequeños helechos.
Los frutos, vistos de cerca, ya muy maduros. Una estampa invernal que me encanta. A mi, me gusta detenerme a admirar tan bonito ejemplar, rodeado del pueblo con sus casas de corredores de madera y piedra. El pueblo tiene su historia y se nota en un paseo.