martes, 28 de junio de 2011

Floreciendo en junio 2.011

Un mes precioso es junio, nos llena de bellas flores y rapidísimos crecimientos de las plantas. Seguimos recogiendo la cosecha de los pequeños frutos:

Uva-espina

Me gustan muchisimo las grosellas rojas, cuando ves los frutos virando de color. Al trasluz, son semitransparentes.


En este estado, ya estan riquisimas


Justo a su lado, dan semillas algunas acelgas de colores. Todavia se distinguen los tallos rojos, amarillos,...


En las terrazas, en jardineras o macetas, se despliegan flores de colores. Este año, mi corredor se ha llenado de petunias y lobelias, por encima vuelan cestos con fuchsias.







Los liliums son preciosos y nos regalan su perfume.



Esta fuchsia es la mas vieja que tengo, un regalo de mi vecina Carmen, lleva años conmigo.


Este cesto es de 'Tom West', ahora los colores de las hojas son muy llamativos.


Las primeras flores de una pequeñaja, regalo de Ana, se llama 'Cherckerboard'.


Por ultimo en maceta, os enseño un geranio. Solo las hojas, son muy decorativas.


En el suelo, un pequeño recorrido por las primeras flores de verano: Budelia con inquilino



Escallonia Yveyi


Flor de la pasion o Passiflora sp


Flor de Stachys bizantina

Las hortensias llenas de flores de todos los tamaños y colores




Medicinales, como la manzanilla. Ya plegada al atardecer, preparadita para pasar la noche.


Semilladas muy juntas, mares de flores.


Y muchas clases de margaritas: crisantemos, gallardias, leucanthemum,...








Feliz verano



viernes, 3 de junio de 2011

La aldea más querida (II)

En la entrada anterior, nos diriguiamos hacia Viboli. Os habia dejado en el inicio del paseo, discurriendo paralelamente al río. En este tramo, el rio se encaja, forma un cañon que a veces impresiona de tanta belleza.
Estas fotos son de julio de 2.010, os acordareis que la primavera anterior llovio muchisimo y hubo unas inundaciones tremendas, pues todavia se veia la gran cantidad de agua que caia por las paredes.










Mientras admiramos el paisaje, nos encontramos algunas joyas vegetales:


Las aquileguias están semillando y mirar que cesto vegetal más original.


Las umbelíferas, cada cabeza es una estructura con cientos de flores.


Las flores de astrantia abriendo con huésped.

El rio nos sigue sorprendiendo...


Empezamos a salir del cañón y nos introducimos en el bosque. En esta parte, el camino tiene la parte más pendiente, es un tramo pequeño.



Salimos al bosque de nuevo y a continuación, ya aparecen los prados estivales, bordeados de seto con árboles.


En esta época, los prados tienen mucho encanto cuando van a ser cortados para heno / herba o yerba. Las gramíneas toman un aire tostado, se vuelven ligeras y combinadas con multitud de especies en flor detodos los colores: blancas, amarillas, moradas...


Entre los árboles, los castaños florecen, continuan los tilos tardios, los cerezos tienen fruto y descubrimos cuales están maduras por los restos de heces que el zorro va dejando. El muy pillín viene a comerse las cerezas que caen en el camino.


En la siguiente imagen, se ve parte del bosque a una distancia. Los árboles que se distinguen claros, son castaños en flor. Y se aprecia que nos acercamos a nuestro destino, los primeros edificios.


Es ahora, final de la primavera hasta el inicio del verano, el mejor momento para realizar esta ruta. El otoño, con su cambio de color en el follaje de las hojas y las lluvias para el rio, es el otro momento ideal.


Abrir la siguiente imagen, para aumentarla y fijaros en las formaciones de las rocas.


En la última curva, antes de llegar a la aldea, encontramos fresas silvestres: miruendanos.


Hemos llegado, ya divisamos la aldea en medio del valle, colocada en la ladera.


Formada por casinas y pajares de piedra. Otros pocos hórreos, dos singulares, a dos aguas en vez de a 4 que es lo habitual en Asturias.


Una pequeña capilla de piedra


Un gran tejo, ¿cuántos conceyus se celebrarian bajo sus ramas?

Mi perro se queria poner a la sombra, no hubo forma de sacar la foto sin que él apareciera. Así podeis ver la escala del árbol respecto a mis acompañantes.


Para finalizar, mis dos imágenes favoritas. La primera es de la ería de la aldea, tierra dividida en hojas, en ese momento estival que corre el aire, acaricia a las gramíneas y las copas de los árboles, mientras una aldeana mueve la hierba cortada, da vueltas para que cure, pierda la humedad y poder recoger para el invierno.


Momento de descanso con una vista maravillosa.

Espero que hayais disfrutado.

Quisiera agradecer a dos personas estas dos entradas: a mi acompañante que siempre que digo, ¿vamos a Viboli? está dispuesto a ir. Especialmente, a nuestro amigo Ferino, gracias por descubrirnos este tesoro.

miércoles, 1 de junio de 2011

La aldea más querida

Hoy, después de casí un año sopesando si poner esta entrada o no, he decidido publicarla.



El título en el que primero pensé fue "La aldea perdida más querida", pero me di cuenta que no podia hacerle eso al valle alto del rio Nalón, donde Armando Palacio Valdés situo su novela "La aldea perdida".

Se ha quedado con "La aldea más querida", por que es así, es un rincón querido, rico de flora y fauna, donde se conjuga el agua, el verde, los sonidos y los silencios de la naturaleza, el frescor, la humedad intensa, el sol sobre la pradera, etnografía, ...para mi es un motivo de alegría.

Os hablo de Vivoli, una aldea del concejo de Ponga.

En unas entradas anteriores habiamos estado en el Desfiladero de los Beyos, pues allí volvemos. Nos desplazamos hasta Cangas de Onis, cogemos la N-625 y a 24 km, pasamos un puente, vemos un bar a mano derecha y justo a su lado la indicación del camino a Vivoli y Casielles.
Se puede dejar el coche ahí o un pelín más allá en la Nacional hay un ensanche para aparcar o cambiar el sentido.


Ver Cangas de Onís - Vivoli (Ponga) en un mapa más grande

Aviso, no aconsejo que se suba toda la ruta en coche. El camino es estrecho, como mucho en coche os recomiendo hasta el cruce de Casielles (cuidado al aparcar con las cunetas que están muy húmedas).


En coche es interesante subir a Casielles, veis en el plano las 23 curvas en herradura en sólo 3 km, se sube un desnivel de 500 m. ¡Impresiona!

Es una aldea en medio de una ladera abancalada, preciosa. Desde la iglesia, en el collado, la vista hacia todos los lados es bellisima.

Al bajar, aparcamos el coche en el cruce y continuamos a pie hacia nuestro destino: Viboli.


El camino que vamos a realizar no tiene muchos años. Quien me enseño a mi esta aldea, lo conocio de niño sin que pudiera ser transitado por un coche y tuvieron que cargar el material para la primera antena de tv en animales de carga. Mi primera visita hace unos 20 años, ya se subia en coche y sin embargo, nunca lo he realizado por ese medio, por que me encanta ese paseo a pie, 4 km. maravillosos. Una vez al año, nos encanta perdernos en Viboli.



El camino se incrusta literalmente en la montaña izquierda.  Cuando nos salpica una cascada, cuando nos introducimos en lo horadado en la roca. Las paredes son jardines verticales y las cunetas una explosión de especies. ¡Deliciosas las fresas silvestres o miruéndanos!

Vistas en sentido descendente:


En el margen derecho, llevaremos al rio Viboli, otra maravilla.


Continuaré...