Si hay una planta que me encanta disfrutar en las macetas sobre las ventanas en invierno, esta es el ciclamen (Cyclamen persicum). Es un tubérculo, que florece en la estación fria y desaparece en la estival. Le gusta la sombra y el ambiente húmedo.
Se comercializan en diversos colores y tamaños. Siento preferencia por los de tamaño pequeño y color claro con los filas oscuros.
A final de la primavera, se quitan las hojas con cuidado y las entierro en el suelo del jardín, volveran a brotar en otoño. Los de pequeño tamaño suelen "naturalizar" bastante bien.
Otro clásico del invierno es el Durillo (Viburnum tinus), este arbusto de hoja perenne y muy rústico, se adapta a diversas orientaciones y sus flores invernales son siempre bienvenidas.
Otra especie madrugadora es Daphne. Florecen en el ápice de las ramas y peculiar observar el desarrollo de la flor.
En pocos días, las flores se abriran... prometo enseñaros lo bonitas que son!
Algunas plantas silvestres adelantan la floración, como las prímulas o la vinca mayor.
Es muy bonito observar las plantas los días de sol. La Itea es increible a contraluz con esos tonos anaranjados.
Aunque ya deberian estar recogidas las semillas, otra de las cosas que me encantan en invierno es observar las estructuras portadoras de las simientes. Como se transforma una flor de colores en una formación seca y es capaz de sostener prendidas muchas semillas.
Esta es una Gallardia.
Y por último, la primera caléndula del año. Fueron sembradas en octubre, una siembra de asiento.