Para hacer esta ruta nos desplazamos a la localidad de Sta. Eulalia (Santalla) de Oscos.
Merece la pena disfrutar al menos un fín de semana. En la zona, existen casas de aldea de turismo rural, excelentemente restauradas y una oferta gastronómica muy interesante.
Hablar de esta comarca, es hablar de tradición, de agua y respeto por la cultura rural.
Si la zona es desconocida, os recomiendo hacer esta ruta de media montaña, cortita y muy llevadera.
Partiendo de Sta. Eulalia, nos deplazamos un par de km. hasta el área recreativa de Pumares (aquí podemos dejar el vehículo: mapa de posición) y coger la senda PR-AS-116 muy bien señalizada, que durante el trayecto nos va contando en paneles la historia de este pequeño ríncón.
Senda de la ruta
Iremos recorriendo paralelos al rio Agüeira la mayor parte de la ruta, sin grandes desniveles. El bosque húmedo está compuesto de avellanos, fresnos, alisos, sauces, .... Sin duda, los grandes y centenarios castaños y robles serán lo que más nos llamen la atención. Todavia se conservan, bajo los pies de los castaños, las construcciones de piedras donde se conservaban las cosechas de erizos de las castañas.
A la izquierda llevamos el rio, tapizado con helechos a su ribera.
A la derecha, se iran sucediendo los muros de piedra local, que sujetan los prados aterrazados de la ladera. debido a la gran humedad y sombra que existe, la vegetación los va colonizando.
Detalle de muro
A unos 3 km. la senda se inclina un poco y comenzamos a subir dirección a la cascada. Encontraremos en el camino, restos de viejas edificaciones, hoy abandonadas.
Sobre las lajas de pizarras de sus tejados, a lo que queda de ellos, se pueden admirar grandes masas de musgos y sedums. Estos últimos tienen en verano floraciones impresionantes, cascadas colgantes. Combinaciones con los colores verdes de los musgos y líquenes.
La joya de esta ruta aparece muy pronto, una gran cascada de más de 30 m. Se encuentra a unos 4 Km.
Un bonito rincón para deleitarnos de su vista, los bosques de alrededor y descansar un buen rato.
Si al volver, teneis un tiempo en la zona, os recomiendo una visita cultural al Museo-casa natal del Marqués de Sargadelos. Una visión óptima de la vida campesina y de la industria del hierro de la zona.
! Qué ruta tan bonita y espectacular!. Supongo que entrado el invierno no es la mejor época, pero la apunto.
ResponderEliminarGracias por la sugerencia.
Que maravilla!!!
ResponderEliminarEsos muros y tejados "vegetales" , realmente la naturaleza los invento antes..
¡Hola chic@s!
ResponderEliminarVereis, estos rincones del occidente de Asturias son mucho más desconocidos que otras zonas más grandiosas por los picos. Esta zona es una media montaña deliciosa, de cursos de agua por doquier, muy rica en fauna(un paraiso para los cazadores, admiradores de animales y para los del buen "yantar" -comer) y flora preciosa.
Maribel: ahora en otoño es precioso. Las fotos fueron tomadas un 10 +- de octubre. En invierno puede haber nieve, lo que convierte a los pueblos y bosques en una postal. Lo más peligroso son las heladas nocturnas, pero se respira una paz, um...,que no sabria por este medio transmitir. Me ha tocado trabajar en esa época por allí y volveria con los ojos cerrados. Añado que los paisano/as son parte de lo encantador del conjunto. Si todos suelen ser atentisimos, irrepetible es el director del museo, una visita guiada es para recordar. Un gran experto en "fala", el dialecto astur-galaico que se habla en la zona y en etnografía, además un dinamizador local de prestigio.
La primavera es la locura, por la cantidad de verdes y brotaciones.
Yolanda: Las terrazas ecológicos han existido en la naturaleza siempre.ja,ja,ja
Me llama mucho la atención siempre, como se reproducen los vegetales en los techos, canalones, ... en las distintas partes del mundo.
Una de las cosas que más me gustan de la zona es el respeto de los edificios con los materiales. Todo es de la zona y con la suerte que esas piedras planas se han realizado maravillas. Las casas suelen ser austeras, macizas, como protección a los frios rigurosos. Con sus tejados de pizarra que les dan esa peculiar estampa.
Creo que una de las cosas que más valoro en Oscos, es que cuando se subieron al tren del turismo rural y reformaron viejas casas, las asociaciones supieron dar talleres y charlas, para que se usaran o reformaran con sus materiales, artesanias y formas. Puedes encontrarte casas donde las bisagras de las puertas o las ventanas se han reproducido de modelos antiguos que se fabricaban en la zona.
Otro pueblo, más turístico y cercano, del que os hablare otro día por otro punto muy interesante, sin embargo su conjunto como pueblo ha perdido su valor auténtico al entremezclar materiales.
Qué maravilla, llos, dan ganas de coger ese camino!!!!. Es un paisaje de ensoñación.
ResponderEliminarAl leer Oscos en lo primero que pensé es en un queso asturiano riquíiiisimo que utilizo para los sandwiches caseros. Lo sé, lo sé, lo sé, demasiado prosaico, pero es que el queso me pierde je je je.
Le debemos, y más le deberemos en el futuro, muchísimo a la promoción del turismo rural. Ha sido la causa del revival de lo campestre, y de que no perdamos este patrimonio cultural tan rico de construcciones tradicionales. A la vista está todo lo que debemos conservar.
Bicos.
¡Hola Haw!
ResponderEliminarConozco los quesos que se venden con esa marca: "Tres Oscos" de Ind Lacteas Monteverde. A mi los quesos también me pierden, je,je.
Si tienes oportunidad de encontrar y probar, han sacado uno de cabra: "Asunción". Apostando por tener su propia explotación caprina. Un proyecto muy interesante.
El turismo rural va a contribuir a conservar el patrimonio cultural y sobre todo a fijar población, que no se mueran los núcleos rurales. Sacar a flote actividades ligadas al territorio, en unos tiempos muy difíciles para los empresas artesanales agroganaderas y subir el orgullo del "paisanaje", que bien merecido se lo tienen.
ESTUVE POR ESA MARAVILLA DE LA NATURALEZA A FINALES DE SEPTIEMBRE DEL 2008, FUI DESDE LA LEJANA BUENOS AIRES A REENCONTRARME CON MIS RAICES, Y POR UNA PROMESA HECHA A MI QUERIDO VIEJITO ANTES QUE SE NOS VAYA, NO SABIA BIEN CON LO QUE ME ENCONTRARIA Y DE GOLPE ESTUVE RODEADO DE TODA ESA MAGIA QUE NOS DEPARA LA NATURALEZA. ES UNA ZONA REALMENTE HERMOSA, A LA CASCADA FUÍ POR EL SOLO HECHA DE CONOCER LA ALDEA DONDE HABIA NACIDO MI ABUELA, ESTA ES LA MISMA QUE DESCRIBEN COMO EN RUINAS, SE LLAMABA ARCANDEIRA, ESTÁ SITUADA A ESCASOS METROS DE LA CASCADA, EN UN LUGAR LLENO DE VERDE Y BELLEZA, REALMENTE SOLO FALTABA VER EN MI IMAGINACIÓN CORRER A MI ABULO POR ESOS SENDEROS BENDITOS DE DIOS, DENTRO DE UNA VIDA MUY DURA PERO MUY FELIZ POR TANTA BELLEZA Y PAZ INTERIOR QUE ESTO PROVOVARIA A CUALQUIER PERSONA QUE SE LLEGUE HASA ALLI
ResponderEliminarEs una inmensa alegría leer su comentario Jorge Queipo. Le agradezco que haya pasado por el blog, se haya detenido a enviar su comentario y haya compartido con nosotros ese viaje desde Buenos Aires, su saber enriqueciendo esta entrada y sus sentimientos en la visita a esta tierra de sus abuelos.
ResponderEliminarMuy agradecida, un abrazo muy grande desde Asturias.
HACE UNOS AÑOS LA PROMESA DE IR SE LA HICE A MI PADRE, HOY LA PROMESA ME LA HE HECHO A MI MISMO, NO SE CUANTOS AÑOS PASARÁN , PERO SEGURO VOLVERÉ A ESAS TIERRAS BENDITAS, UN ABRAZO PARA TODOS EN SANTA EULALIA Y SOBRE A LA GENTE DE VENTOSO
ResponderEliminar