Mapa de posición y desvio.
Tal vez sea la foto y paseo más realizado de Asturias, pasaremos por delante del Puente Romano de Cangas de Onís. Entonces, haremos una pequeña parada en la villa.
Hay muchas fotos del puente y es difícil de fotografiar sin gente por encima. Le tengo especial cariño a este óleo sobre tabla que realizo mi madre: el puente con su vegetación de ribera del rio Sella.
Si se va un domingo por la mañana a Cangas, podemos dar una vuelta por el mercado tradicional y por el comercio local, que abre sus puertas casi en su totalidad. Muy recomendables los quesos (muchos productores de zonas próximas hacen venta directa: Los Beyos, Cabrales, Gamonedo) y alguna especialidad de la zona: los emberzaos (en las carnicerias).
Lo que os voy a mostrar está justo alrededor del Puente romano (dejamos una visita más a fondo de la villa para otras entradas).
En la otra orilla y siendo la primera casa, nos encontramos un edificio que cumple la función de oficina de información de turismo y espacio expositivo del ayuntamiento de Cangas: Casa Riera.
Existe otro edificio en la villa de información del Parque Nacional de Picos de Europa.
El jardín de la casa se ha abierto al público como zona de esparcimiento, de nueva creción.
Al otro lado del rio, encontramos el barrio de Prestín. Es un barrio residencial, salpicado de casas con parcela.
Lo singular es que se entremezclan casas de distintas épocas y sus respectivos jardines.
Hay varias casas de indianos, con sus palmeras frente a ellas. Chalets de arquitectura moderna, con jardines de especies de uso más moderno. Este es el caso del chalet que hace la esquina en el rio. Un jardín que auna una pomarada (manzanos) tradicional con una combinación de coníferas de distinto tono en el follaje.
Uno de sus fieles cuidadores:
Al lado del puente, nos podemos tomar un descanso en un mesón. La terraza exterior es un magnífico lugar desde donde admirar el puente, los pescadores que a los pies de sus columnas o en la terraza se suelen situarse a pescar, escuchar el rumor del agua y ver los cientos de cambios de color del agua. Confieso que me encanta el color de este punto del rio.
Al pie de las escaleras de entrada, en un jardinillo de boj nos da la bienvenida una camelia. Es una planta que abunda en los jardines de esta villa.
Damos un último vistazo al puente y cogemos la ruta del Desfiladero.
Seguimos en la siguiente entrada.
Que preciosidad de puente!!
ResponderEliminarHabia oido hablar a mi madre muchas veces de Cangas de Onis y de lo bonito que era, ahora lo entiendo!!
El óleo es precioso,realmente capta toda la belleza del paisaje y esa luz especial.
La vida te da sorpresas.... ¡Ay Dios!
ResponderEliminar¿No decía eso la canción?
De ese puente hice yo una foto siendo muy jovencita. Me encantó su elegancia, su sencillez...Como todo el románico.
Me encanta tu blog Llosona, transpira sensibilidad.
Gracias por vuestras palabras Yolanda y Palera.:))
ResponderEliminarEse puente tiene una luz maravillosa. Me alegro haber acertado al enseñar ese trocito de románico y dar bonitas sorpresas.
Besines!