domingo, 8 de noviembre de 2009

Muniellos. Visita (II)

Esta visita se realizo a final del otoño (días cortos) y se escogio la Ruta 2 (ver plano de rutas en entrada anterior).



Inicio de la ruta

Comenzamos el recorrido por una pasarela de madera, llana, con tres puntos de información sobre la reserva (flora, fauna y vida acuática).




Divisando el arroyo

Al llegar al primer puente (en total pasaremos unos 10), se convierte en sendero de tierra y nos introducimos en el bosque de ribera que crece al lado del arroyo.



Liquenes y helechos.

Un bosque de hayas, fresnos, arces, abedules, avellanos, ... que entrelaza sus ramas por encima de nuestras cabezas.



El sotobosque de umbria se llena de helechos, lúzula y aquellas especies que son capaces de sobrevivir bajo este túnel de hojas.






La variación del bosque se puede ver durante todo el recorrido. Muniellos no es un bosque de una sola especie, es un bosque de bosques diferentes.

A un lado la ladera umbría con avellanos y helechos; en la otra, podremos admirar arandaneras, zarzas de moras y el famoso bosque de roble albar (Quercus petrea), el mayor conservado en Europa.



Robles sobre canchales.

Pasaremos por zonas donde las magníficas hayas se despliegan por encima del arroyo, en copas de 7 m. de diámetro; por entre bosquetes de abedules jóvenes, entre sus troncos plateados o blanquecinos que invaden el sendero; entre zonas de avellanos con sus ramas verticales...




Más adelante (1 o 1 1/2 h.), el sendero empieza a tener más pendiente y más piedras, bordeando las "vallinas" (arroyos) en la zona sombria aparecen los tejos y los acebos con más profusión.




Según vamos subiendo, el sol empieza a aparecer y la ladera se llena de bayas y empezamos a admirar las copas de la gran masa del robledal, en este tiempo teñida de naranjas y amarillos.



Avellanos, robles, arándanos, ...




Cuando llegamos a la bifurcación (3 h.), podemos ver ejemplares de Sorbus y acebos llenitos de bayas rojas. Los brezos de diversas especies y arándanos rodean el sendero hasta la Laguna de la Isla (1/2 h.).






Desde la laguna, mirando hacia dentro, podemos admirar un bosque de abedules que escalan todo su perímetro. Un sueño de tonos dorados, mientrás las libélulas y los ansares se mueven a su alrededor.





Si miramos hacia fuera, podemos ver todo el valle desde arriba, el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Ibias y Degaña.





Los altos con sus roquedos, como bajan los canchales o superficies de piedras desmenuzadas de origen glaciar, como las lagunas.

La vista de pájaro es inmensa. Es zona de especial de protección para las aves (ZEPA), aquí vuela el águila en todo su esplendor y otras muchas especies.

Muniellos tiene también muchísima vida animal. Vive el oso, el urogallo, el lobo, el zorro, el jabalí, ... Verlos durante una visita es complicado (sobre todo, por que tan solo 20 personas son capaces de hacer mucho ruido, tremendo lo que puedes llegar a ver y escuchar), si nos fijamos un poco podemos ver sus pisadas, unas plumas o sus excrementos.

Podemos encontrar multitud de setas. Un verdadero escaparate vivo, hay censadas unas 400.

Los líquenes se conservan en un estado ideal y son estudiados por numerosos investigadores. El visitante puede admirarlos perfectamente durante todo el recorrido.

Lo dejamos para una próxima entrada.

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